Las lesiones en el fútbol pueden surgir de un traumatismo directo, del uso excesivo, de las condiciones ambientales y de la forma física del jugador. Muchas lesiones de fútbol afectan a las rodillas, los tobillos, las espinillas y la ingle. Estas lesiones, si bien no ponen en peligro la vida, pueden conducir a condiciones fatales, y por esta razón deben ser tomadas en serio.
Las lesiones de rodilla son las más comunes, y muy a menudo involucran al ligamento colateral medio que ayuda a mantener la rótula en su lugar. Por lo general, esto se daña por un golpe directo en la parte exterior de la rodilla. Algunos jugadores usan aparatos ortopédicos para proteger la rodilla, sin embargo, fortalecer la rodilla con sentadillas puede ayudar a prevenir la lesión.
En el fútbol, el tobillo es muy vulnerable a los golpes en el aspecto lateral. Como tu fisioterapeuta, te darán ejercicios para fortalecer los tobillos, que pueden ayudar a prevenir lesiones.
Los calambres en las espinillas pueden ser el resultado de un uso excesivo o de un traumatismo. La lesión comienza con un dolor persistente ya sea en el interior o exterior de la espinilla, y aumenta con el tiempo. Los síntomas cesan cuando la actividad se interrumpe, pero la pierna permanece sensible al tacto.
Los tendones de la corva se pueden esforzar durante el esprint, justo antes de que el pie toque el suelo. Se puede sentir un dolor agudo y repentino en la parte posterior de la pierna y los músculos pueden entrar en un espasmo. Puede haber hinchazón y, en casos graves, la marcha puede verse afectada.
La distensión inguinal puede ser el resultado de una ruptura o desgarro de uno de los músculos aductores (los músculos que llevan la pierna hacia el cuerpo) al correr o patear una pelota. Los síntomas son dolor agudo y repentino en el área de la ingle, moretones o hinchazón y una incapacidad para apretar las piernas. En casos graves, puede ser difícil caminar.
No siempre es posible evitar las lesiones, pero puede tomar medidas para minimizar el riesgo:
- Manténgase en forma haciendo ejercicio regularmente, comiendo adecuadamente y descansando lo suficiente.
- Use equipo de protección.
- Considere las condiciones ambientales y tome las precauciones necesarias.
- El calentamiento antes del juego y los estiramientos después del ejercicio reducirán el riesgo de lesiones.
- Busque asesoramiento profesional si tiene lesiones frecuentes. Es posible que tenga que modificar su técnica.
- Si ya ha sufrido una lesión, póngase en contacto con una clínica de fisioterapia y le ayudarán a volver al campo lo antes posible.